domingo, 11 de junio de 2017

Proxima apertura

Saludos a todos, próximamente haré una apertura de un nuevo blog mas actualizado y con distintos apartador para una comunicación mas fluida y para que aportéis vuestras experiencias y fotos de vuestras mascotas 

un saludo y gracias 

martes, 31 de julio de 2012

Alojamiento


La Carolina necesita una jaula espaciosa y grande, al menos de 60 x 50 x 40 cm, en la cual pueda extender sus alas sin tocar los barrotes. De no ser así, es posible que el pájaro no pueda hacer suficiente ejercicio y que pueda ponerse obeso o que sufra algún otro trastorno de salud. Muchas, por no decir la mayoría, de las jaulas normales ofrecidas para periquitos son demasiado pequeñas (incluso para los periquitos); son más adecuadas las jaulas mayores para loros. Los barrotes deberían ser horizontales, al menos en dos lados, para que el pájaro pueda trepar por ellos, y el espacio entre los barrotes ha de ser lo suficientemente pequeño como para evitar que los pájaros jóvenes puedan meter la cabeza entre ellos. A algunos propietarios de loros y a los veterinarios no les gustan las jaulas circulares porque dicen que desorientan a los pájaros y que les causan trastornos (aunque no lo parezca, las redondas son mas pequeñas a proporción de las cuadradas). Unos accesorios adecuados pueden evitar estos efectos pero reducirían aún más el espacio disponible, que ya es bastante más reducido en las jaulas circulares que en las rectangulares.
La unidad superior de la jaula, con los barrotes, suele estar hecha de metal, mientras que la unidad interior suele ser de plástico. La unidad inferior se fija a la unidad superior mediante pinzas, o bien consiste en una bandeja deslizante, que permite una fácil limpieza. El bronce y el latón son aleaciones de cobre y pueden desarrollar un depósito verde (cardenillo o verdín) en su superficie, que es tóxico. Aparte de esto, algunas personas piensan que el color dorado del bronce le resta atractivo al pájaro.
Las jaulas de madera y de bambú, comunes en los países asiáticos, han de evitarse porque es muy difícil mantener limpio el material orgánico, que ofrece numerosos escondrijos para los parásitos y que no resiste la acción destructiva del pico de una Carolina. Es también necesario advertir acerca de los peligros de una jaula hecha de material recién galvanizado; es posible que se hayan formado gotitas solidificadas de cinc, un metal tóxico, que puedan ser desprendidas y tragadas por los pájaros. Los pájaros nerviosos tienen cierta tendencia a hacer este tipo de cosas para aliviar su excitación.
Una rejilla fina o una pantalla puesta alrededor de los costados de la jaula evita la dispersión de semillas y cáscaras por el entorno. El material de la pantalla no debería ser de vidrio, y tendría que ser capaz de resistir los ataques del pico de los pájaros.

ARENA Y CASCAJO
En condiciones naturales, las Carolinas se alimentan casi exclusivamente sobre el suelo, donde encuentran las semillas que constituyen la mayor parte de su dieta. Por lo tanto, las Carolinas deberían tener acceso al fondo o suelo de su jaula. Las rejillas metálicas, recomendadas por razones higiénicas, impiden esto y por lo tanto no resultan aceptables. El riesgo de contraer una enfermedad infecciosa por los excrementos en el suelo de la jaula es mínimo si se siguen los procedimientos recomendados de limpieza. Asimismo, la mayor parte de las marcas comerciales de cascajo o arena para el suelo de las jaulas contienen trozos de conchas de moluscos y de cáscaras de huevo trituradas, necesarias para el metabolismo de los pájaros, así como arena y piedrecillas (cascajo) para ayudar la acción trituradora del buche o de la molleja.
El papel de cascajo, es decir, papel con arena o semillas adheridas a él (disponibles en tiendas especializadas en aves), puede ayudar a mantener cortas la uñas de los pájaros pero no satisfacer el deseo natural de las Carolinas de picar y escarbar el suelo. Tampoco suaviza el impacto del pájaro contra el suelo al tomar tierra, que puede ser de cierto ímpetu debido a que el pájaro no puede hacer un uso completo de las alas dentro de la jaula. Por lo tanto, el autor recomienda, para las Carolinas, la arena para pájaros y no el papel de cascajo.

PERCHAS
Las perchas normales de las jaulas que se venden en el comercio están hechas de varillas de madera o de plástico y tienen un diámetro normalizado. Conviene reemplazar estas perchas de diámetro normalizado por ramas naturales. Para las carolinas, el diámetro de las perchas debería variar entre 0,5 y 2 cm, obligando al pájaro a ajustar continuamente los músculos de sus patas. Las ramas pueden provenir de una serie de árboles como arce, frutales, olmo, sauce, haya y alerce... Nunca uses ramas procedentes de árboles o arbustos tóxicos. Las ramas tienen que estar limpias, sin excrementos de otros pájaros, y en todo caso hay que lavarlas antes de ponerlas en la jaula. Naturalmente, jamás hay que proporcionar a las Carolinas ramas tratadas con Insecticidas o pesticidas.
Aparte de forzar al pájaro a usar los músculos de las patas, las ramas naturales también lo mantienen entretenido y sirven como un importante complemento de su dieta, porque las Carolinas pican y comen la corteza o cáscara, que contiene nutrientes. Cuando la rama esté limpia y desprovista de corteza, hay que reemplazarla por otra nueva.
Hay que disponer las perchas de modo que permitan la máxima libertad de movimientos dentro del restringido espacio de una jaula. Si dos perchas están separadas al menos 40 cm y no hay obstáculo entre ellas, el pájaro se verá obligado a usar sus alas para pasar de una a otra. También tiene que haber unos 10 cm de espacio libre entre la percha y los extremos de la jaula, para evitar que las plumas de la cola rocen contra los barrotes, cuando el pájaro gire. No hay que situar las perchas sobre los comederos o los bebederos, porque puede caer excremento en la comida o en el agua, contaminándolos.

ACCESORIOS NECESARIOS
Entre los accesorios necesarios para la jaula podemos mencionar los bebederos, los comederos, las bañeras y los escudos de sepia. Los juguetes pueden ser útiles si entretienen a los pájaros y los estimulan para que hagan ejercicio; pero algunos juguetes son menos útiles o incluso superfluos, y sólo contribuyen a reducir el espacio interior de la jaula.
El bebedero más común es del tipo de botella de plástico con boquilla metálica. Este tipo de bebedero se fija a un costado de la jaula y simplemente por gravedad suministra agua a la punta de la boquilla, que suele tener una válvula esférica para evitar el goteo. La boquilla tiene que estar hecha de un material duradero, preferiblemente de metal, ya que el pájaro podría ingerir trozos aguzados de plástico roto causándose lesiones internas y probablemente la muerte. Limpia el bebedero regularmente, ya que hay tendencia a que dentro de él crezcan algas. Otros tipos de bebederos son los recipientes abiertos hechos de plástico resistente o de cerámica. El agua para beber no debe situarse sobre el suelo porque puede contaminarse fácilmente con materias fecales.
El agua para beber tiene que cambiarse al menos dos veces al día, porque en caso contrarío ciertas bacterias (coli, estafilococos y otras) podrían desarrollarse muy aprisa, especialmente en condiciones de temperaturas algo elevadas. El agua contaminada de este modo puede acarrear infecciones graves del aparato digestivo y muchas veces fatales, si es que los pájaros no la rechazan.
Las bañeras pueden ser o bien cajas de baño transparentes o bien platillos poco profundos situados sobre el suelo. Un poco de arena esparcida sobre el suelo debajo de la bañera evita que ésta resbale. El agua para el baño ha de estar tibia y ha de cambiarse a diario. Después de que el pájaro se haya bañado, hay que sacar la bañera de platillo para evitar que se moje la jaula. Evita usar aditivos antiparasitarios para el agua de la bañera a menos que se haya diagnosticado una infección de ectoparásitos. Los pájaros suelen beber del agua en la que se van a bañar. Más que un baño, ciertos pájaros bien domesticados suelen preferir una ducha con agua tibia varias veces a la semana. No duches a tu pájaro poco antes de la hora de dormir, y moja sólo las plumas exteriores, evitando mojar el plumón interior que hay debajo de ellas. Si mojas el plumón, tu pájaro podría coger un enfriamiento.
Los comederos tienen que estar hechos de un material duradero (cerámica, plástico resistente) para evitar su destrucción y la consiguiente posible ingestión de fragmentos por el pájaro. Generalmente los comederos están fijos en el interior de la jaula, pero algunos criadores prefieren ofrecer la comida en unos platillos pesados puestos sobre el suelo de la jaula, porque las carolinas comen principalmente del suelo en estado natural. El inconveniente de este sistema es que la comida se ensucia frecuentemente con excrementos.
Los pájaros solos o en pequeños grupos pueden ser alimentados con la mezcla normal de semillas. Para grupos mayores este sistema puede implicar mucho desperdicio porque algunos ejemplares tienden a desarrollar unos gustos especiales, y se dedican a comer uno o unos pocos tipos de semillas, rechazando y tirando los demás. Muchos propietarios de gran número de pájaros encuentran que es más económico mantener separadas las diferentes semillas que componen la dieta de una Carolina, de modo que haya menos desperdicio. De vez en cuando, hay que soplar las cáscaras vacías de la parte superior de los comederos para asegurarse de que queda suficiente cantidad de semillas. La comida fresca o las verduras, frutas y otros vegetales han de ponerse en un recipiente separado o han de fijarse a los barrotes de la jaula. Naturalmente, la comida fresca ha de sacarse antes de que se estropee.
El escudo de sepia es una necesidad en cada jaula. Normalmente se fija a los barrotes. El pájaro lo usa para desgastarse el pico y como fuente de calcio y de fósforo.
Existe una gran variedad de juguetes para que se entretengan los pájaros (y sus propietarios), que puedes comprar en tu tienda de animales, entre ellos zonas completas de juegos, columpios, campanillas, espejos, escaleras, etc. A condición de que no limiten los movimientos del pájaro y de que estén hechos de materiales irrompibles, resultan útiles. Pero evita sobrecargar el interior de la jaula con exceso de juguetes.
Para que una pareja se reproduzca habrá que proporcionarle cajas de nidificación. Éstas han de tener unos 25 x 25 cm en la base y unos 30 cm de altura. En el fondo tiene que haber una leve depresión para los huevos, un agujero de entrada de 6 a 8 cm, una percha fuera del agujero de entrada y una tapa de inspección en la parte superior. Una superficie áspera o una rejilla de alambre en la parte externa de la caja de nidificación ayuda a trepar a las carolinas jóvenes.
La higiene de la caja de nidificación es de importancia crítica para la supervivencia de los polluelos y para su futuro desarrollo y estado general de salud. Las cajas de nidificación tienen que ser fáciles de limpiar y han de ser limpiadas y desinfectadas antes de cada nueva puesta. La temperatura de incubación y la humedad dentro de la caja de nidificación facilitan el desarrollo de hongos, que pueden causar infecciones respiratorias fatales. Las grietas y aberturas de gran tamaño pueden ser causa de corrientes de aire y del enfriamiento de los polluelos, y además ofrecen buenos escondrijos para los ectoparásitos. Asegúrate de que la tapa de inspección esté siempre adecuadamente cerrada, porque una corriente de aire proveniente desde la parte superior de la caja es una causa común de muerte de los polluelos. El material de nidificación tiene que ser virutas de madera, como las que se usan para los conejos y los hamnsters altamente absorbente. El empleo de turba implica el riesgo de desarrollo de hongos en cuanto haya algo de humedad, porque la turba sin tratar contiene hongos, y la turba húmeda es un excelente terreno de crecimiento para los mismos.
JUGUETES
Al igual que ocurre en el caso de los periquitos, las carolinas gozan con una diversidad de juguetes que cabe encontrar en nuestro establecimiento local de animales de compañía. Espejos, pequeñas campanas, escaleras basculantes, etc., figuran entre los objetos preferidos. Asegurémonos, sin embargo, de que en su construcción se ha utilizado madera o materiales que no son tóxicos y que además son irrompibles pues, si así no fuese, la intensa actividad desplegada por las carolinas así como su hábito de roerlo todo puede conducir a nuestro pájaro a un verdadero desastre.
Resistamos la tentación de llenar la jaula con toda clase de perchas exóticas y de juguetes ya que un exceso de tales elementos no servirá mas que para ocupar parte del espacio de vuelo ya limitado de por sí y que tan necesario resulta para el pájaro.
SITUACIÓN
El emplazamiento de la jaula es muy importante para el bienestar de los pájaros: el pájaro tiene que estar en contacto con la familia, y la jaula tiene que estar situada en un lugar bien iluminado, libre de corrientes de aire y que ofrezca la posibilidad de un refugio sombreado. Al parecer los pájaros son más sensibles a las corrientes de aire que los seres humanos. Puede controlarse la existencia de corrientes de aire encendiendo una cerilla o un cigarrillo y observando la dirección del humo: en las zonas desprovistas de corrientes de aire, el humo se elevará vertical mente; en los lugares en los que haya corrientes, el humo se moverá más horizontalmente. Por lo general el número de lugares adecuados para instalar una jaula suele ser bastante limitado. La cocina está expuesta a demasiadas fluctuaciones de temperatura y encierra demasiados peligros para que el pájaro pueda ejercitarse votando; los salones tienen demasiadas corrientes de aire; los dormitorios suelen ser demasiado tranquilos durante el día. Además, no hay que cambiar al pájaro de habitación en habitación. Por lo tanto, el lugar más lógico para una jaula suele ser la sala de estar de la familia (en muchas casas, el lugar en que está el televisor). La luz de la pantalla del televisor no hará daño ni perjudicará a tu Carolina, pero el pájaro tiene que estar a varios metros de distancia del aparato y fuera de la línea visual directa de la pantalla.
ILUMINACIÓN Y TEMPERATURA
Ya hemos dicho que la jaula ha de estar situada en una zona bien iluminada que también ofrezca la posibilidad de sombra. La luz normal en una casa de familia suele ser suficiente. Una pequeña lamparita nocturna para evitar el pánico no es obligatoria, pero parece ser conveniente, especialmente en lugares en los que pueden producirse ruidos repentinos en mitad de la noche. No está claro si resulta conveniente o no cubrir la jaula con un paño durante la noche, pero sí es evidente que cubrir la jaula evita que el pájaro esté expuesto a enfriamientos. En climas calurosos, cubrir la jaula puede ser peligroso porque el pájaro puede acalorarse demasiado. La luz ultravioleta artificial normalmente no es recomendable ya que puede causar quemaduras.
El calor excesivo es innecesario e incluso, muchas veces, perjudicial. Los pájaros no tienen glándulas sudoríparas y su único método de regulación de temperatura consiste en esponjar el plumaje y en jadear. Una temperatura dentro de la habitación entre 17 y 24 °C debería ser cómoda. Las temperaturas extremas han de evitarse.

EJERCICIO
La mayoría de las jaulas son demasiado pequeñas como para permitir que las Carolinas hagan suficiente ejercicio de vuelo. Por lo tanto, deberías permitir que tu pájaro volara regularmente cierto tiempo, en una habitación segura. Muchos expertos consideran un error mantener a los periquitos permanentemente enjaulados. Lo que es aplicable a los periquitos también puede aplicarse, ciertamente, a las Carolinas.
Antes de permitir que un pájaro nuevo haga ejercicio en una habitación, habrá que acostumbrarlo a su nuevo entorno y domesticarlo suficientemente. De no ser así, es posible que el animal se asuste demasiado y que asocie el ejercicio con una experiencia negativa. La habitación tendrá que estar muy controlada para asegurarse de que no hay vías de escape y de que no haya otros animales domésticos en ella. Las ventanas y las puertas han de estar cerradas o con rejillas, y hay que eliminar los puntos de peligro (recipientes con agua, chimeneas, estufas calientes, espacios estrechos tras los muebles, ventiladores en marcha, etc.). Otros puntos peligrosos son las zonas detrás de las puertas los radiadores, las pantallas, los cajones abiertos, las plantas con espinas. Evidentemente, la cocina, el baño, el lavadero y el taller son habitaciones absolutamente inadecuadas para que se ejerciten los pájaros. Comprueba que no hay acceso a materiales tóxicos (por ejemplo, productos de tabaco, drogas, alcohol, productos químicos, ungüentos, etc.) ni a plantas tóxicas (Sansevieria, filodendro, muguet), ciclamen, azalea, narciso, tejo, enebro, etc.). No confíes en el instinto del pájaro para reconocer en todas estas sustancias tóxicas un peligro para su vida.
Puede que sea necesario considerar la posibilidad de ciertos daños a los muebles, cortinas, pantallas, papeles murales, cables, etc. Los excrementos de las Carolinas sanas son secos y sólo se depositarán en las zonas debajo de las perchas, que podrán ser protegidas. Las Carolinas no pasarán todo el tiempo volando, sino que se posarán frecuentemente en unos pocos puntos.
Volver a meter al pájaro en su jaula puede ser un problema al principio. Si el pájaro ha aprendido que sólo tiene comida dentro de la jaula, generalmente volverá a ella sin necesidad de tener que capturarlo, si tienes la paciencia y el tiempo para esperar a que tenga hambre. La puerta de la jaula deberá estar siempre abierta cuando el pájaro está fuera, con una percha frente a ella. Hay que intentar evitar capturar al pájaro con las manos. Los pájaros acostumbrados a posarse en los dedos dejarán que los lleves a su jaula por este medio.

PAJARERA AL AIRE LIBRE
En climas fríos o moderados, las pajareras tienen que construirse orientadas hacia el sol. Tienen que ser secas, sin corrientes de aire y han de estar provistas de un refugio. Hay que evitar las cercanías de humos y gases de escape industriales, de carreteras o calles con mucho tráfico, de palomares y de criaderos avícolas. Un suelo de hormigón evita los parásitos y un ligero declive del suelo ayuda a mantenerlo seco y en condiciones higiénicas. Alternativamente, el suelo puede consistir en gravilla gruesa y fina recubierta de arena. La arena tiene que estar limpia, y conviene cambiarla cada seis meses. Los propietarios de pajareras que viven cerca de playas de arena y otros que pueda tener acceso a arena limpia y abundante no tendrán problemas para proporcionar a sus Carolinas toda la arena necesaria.
Los materiales de construcción para las pajareras al aire libre deberían ser hierro galvanizado y alambre. Preferiblemente, la rejilla de cierre debería consistir en dos capas superpuestas, para evitar que los gatos y otros depredadores puedan entrar y que los pájaros metan la cabeza. Ten presente que el alambre recién galvanizado puede ser causa de envenenamiento si un pájaro lo muerde muy intensamente. Si el material de construcción es madera, las termitas pueden ser un problema porque la madera les proporciona excelentes escondrijos para ocultarse y para reproducirse, en las grietas y ranuras. Este riesgo puede reducirse en gran medida mediante la aplicación de una pintura atóxica a intervalos periódicos.
La pajarera tiene que tener una buena cantidad de perchas naturales, con un mínimo de dos perchas instaladas a cada altura escogida para evitar las disputas por las perchas más apetecidas. Al menos partes de la pajarera deberán estar provistas de un techo. Sin un techo, los excrementos de pájaros silvestres podrían caer dentro de la pajarera, y estos excrementos pueden contener agentes patógenos. Si la pajarera está cubierta sólo parcialmente, asegúrate de que los comederos y bebederos quedan situados en la sección cubierta. En climas fríos, hay que cuidar que el agua para beber no se congele. El agua de una pajarera ha de cambiarse al menos dos veces por día.

PAJARERA DE INTERIOR
Las pajareras de interior son grandes jaulas que idealmente proporcionan la suficiente cantidad de espacio para volar como para hacer innecesarias las sesiones de vuelo en una habitación. Al igual que las jaulas, las pajareras de interior tienen que tener una buena iluminación, han de estar siempre limpias, libres de corrientes de aire y, si es necesario, han de estar dotadas de calefacción. También es necesario proveerlas de luz artificial y de una pequeña lamparilla nocturna.

domingo, 29 de julio de 2012

Limpieza y Cuidados


a jaula y sus accesorios requieren una limpieza frecuente para mantenerse en condiciones higiénicas. Esto es especialmente importante en el caso de las pajareras con gran número de pájaros. Es posible reducir el riesgo de enfermedades mediante una higiene adecuada, pero nunca podrá eliminarse del todo. Los agentes infecciosos tienen muchos modos de llegar hasta los pájaros -por la alimentación (salmonelosis, pseudotuberculosis, hongos), el agua (colienteritis, salmonelosis), el aire (virus, pseudotuberculosis, hongos), animales (salmonelosis, pseudotuberculosis). Es evidente que la higiene no puede tener ninguna influencia directa en las enfermedades metabólicas, pero las condiciones de falta de higiene, y el estrés asociado con ellas, puede aumentar la vulnerabilidad de los pájaros a estas enfermedades.
Algunos de los prerrequisitos para unas condiciones higiénicas son la limpieza, el orden, el aire puro, los materiales a prueba de agua o al menos repelentes al agua, y las superficies lisas. Sería mucho más difícil mantener limpia una jaula de bambú ricamente decorada (como las que suelen usarse en los países asiáticos) que una moderna jaula de plástico con barrotes de alambre. El orden no sólo permite evitar la acumulación de suciedad y de polvo, sino que también, más importante, permite una desinfección efectiva; los desinfectantes no pueden trabajar si los agentes patógenos están cubiertos, y por lo tanto protegidos, por polvo, suciedad, excrementos y otras materias orgánicas.
PASOS HACIA UNAS CONDICIONES HIGIÉNICAS
1. Ordena y saca toda la suciedad visible, usando una aspiradora, una palita, un raspador, un cepillo de alambre, etc.
2. Empapa el contenido de la jaula en agua con detergente o con algún otro agente limpiador suave durante 24 horas.
3. Limpia la jaula con un cepillo duro, con un raspador, con un cepillo de alambre y agua; de ser posible, emplea un equipo de limpieza al vapor, especialmente en las pajareras al aire libre (recuerda que el vapor limpia bien pero no esteriliza porque suele enfriarse demasiado aprisa).
4. Seca bien todos los materiales. De no ser así, el agua que quedaría de los pasos anteriores diluiría la concentración de los desinfectantes que hay que emplear en el paso siguiente.
5. Desinfecta la jaula y su contenido con uno de los muchos desinfectantes que se venden en las tiendas de animales, droguerías, etc.
La mayoría de los desinfectantes comerciales son efectivos contra los virus, bacterias, y hongos, pero generalmente su acción contra los parásitos es menos eficaz. Los ingredientes activos son generalmente aldehídos (p. ej., formalina), alcoholes, fenoles, detergentes, compuestos cuaternarios de amonio, o una combinación de éstos. Hay muchas marcas, y nombrar algunas de ellas podría perjudicar a otras de efectividad similar. Si tienes dudas al respecto, consulta a tu veterinario.
Si tus pájaros están infestados de ectoparásitos, como ácaros rojos, ácaros de las plumas, etc., tanto los animales como las jaulas o pajareras tendrán que ser tratados al mismo tiempo. Los insecticidas normales que se usan para estos fines han de ser manipulados con grandes precauciones, ya que también son tóxicos para el ser humano. El tratamiento de los ácaros nemido cópticos (que producen escamas en la cara o en las patas), afortunadamente raros en las Carolinas, es diferente porque estos parásitos viven permanentemente dentro de, y no sobre, la piel del pájaro.

MANTENER LA JAULA LIMPIA

Una buena higiene es el mejor camino para mantener a sus aves en un excelente estado de salud. Un ave en una jaula polvorienta y sucia no tarda en enfermar. La jaula, las perchas, los contenedores de agua y la comida, el baño, los asideros para el jibión de sepia y las verduras y otros accesorios deben mantenerse todos escrupulosamente limpios. Lo mejor es convertir esta limpieza en un hábito rutinario: por ejemplo, una vez a la semana el sábado por la tarde. Todo debe desinfectarse a fondo una vez al mes. Para realizar esta tarea, normalmente tendrá que sacar a las aves de la jaula (nunca si están criando). Es conveniente tener cerca una jaula extra, aunque no es absolutamente necesario. La jaula debe limpiarse con agua jabonosa caliente y luego enjuagarse con agua fría, para los organismos portadores de enfermedades no tengan la más mínima oportunidad de instalarse. El mismo procedimiento es aplicable a las distintas piezas de equipamiento que componen la jaula. Se deben remplazar los comederos de vidrio, plástico porcelana que estén rotos o tengan piezas desconchadas. Es en tales ubicaciones donde los organismos potencialmente peligrosos a menudo se acumulan y tarde o temprano emprenden su ataque.

LA CUBETA DE TIERRA
Como se ha dicho anteriormente, cualquier jaula bien construida debe tener el suelo cubierto por una bandeja de arena que pueda estirarse hacia fuera, de modo que el suelo pueda limpiarse frecuentemente molestando a las aves lo menos posible. Las jaulas disponibles en las tiendas de animales domésticos y que están hechas principalmente de barrotes de alambre suelen tener una base extraíble. Es mejor cubrir el fondo de la jaula o de la bandeja con un pedazo de papel recio (el papel marrón de envolver es ideal) cortado a la medida exacta. La tierra esterilizada especial para aves (arena o gravilla de conchas), que puede obtenerse en cualquier tienda de animales, debe distribuirse en una capa de 1 o 2 cm. de profundidad por encima del papel. El papel y la arena deben sacarse y remplazarse al menos una vez por semana. A fin de evitar que las aves escarben y echen la arena fuera de la jaula con las patas, es recomendable fijar una pieza de vidrio o plástico de unos 10 cm. de alto alrededor del suelo de la jaula. Muchas jaulas decorativas ya disponen de esta ventaja añadida, pero a menudo las jaulas tipo torre no están tan equipadas. Como se ha dicho, no recomiendo este diseño, pero aquellos que usen jaulas de este tipo tendrán que improvisar algo que substituya estas protecciones de vidrio o plástico.

EL ACICALAMIENTO Y CUIDADOS BÁSICOS
El baño

A las carolinas salvajes les encanta revolcarse en la hierba húmeda. A primera hora de la mañana, cuando la hierba esta cubierta de rocío, esta pequeña escena puede deleitar a los observadores de aves. Sin embargo, dicha escena raramente seda entre las aves que viven en cautividad. Aun así, todas las carolinas disfrutan de un baño de agua, que debe ofrecérsele en un plato llano de cerámica o de metal. Serán muy pocos los días en que su carolina no haga un agradecido uso del baño.
En caso de que exhiba a sus aves, necesitara darles un baño una semana más o menos antes de la exhibición. Antes de sacar al ave de su jaula, llene dos cuencos poco profundos con agua caliente (unos 25º C) disolviendo un poco de jabón suave en uno de los cuencos. A continuación, coja al ave en su mano de modo que su pulgar y su dedo índice puedan sostener su cabecita y manténgala en la dirección correcta. Cuidadosamente, introdúzcala en el agua jabonosa, asegurándose de no mojar su cabeza y de no meterle jabón en los ojos, la nariz o el pico. Tras remojar a su ave varias veces de esta manera, humedezca una vieja brocha de pelo suave (o algo similar, porque las brochas de afeitar son a veces difíciles de encontrar) en agua jabonosa y cepille el plumaje en la dirección de la cola. Asegúrese de no olvidar el área de alrededor de la cloaca. Lave la cabeza y el cuello con una esponja suave. Hágalo a fondo en las plumas del ala, extendiéndolas en el borde del cuerpo y acariciándolas con la brocha. Limpie la cola de la misma manera con suavidad a fin de evitar arrancarle las plumas accidentalmente. A continuación, enjuáguela algunas veces en el cuenco de agua limpia para eliminar todos los restos de jabón y cepille el plumaje dándole forma con una brocha enjuagada afondo. (Como bien puede usted imaginar, todo ese manoseo alborotara un poco las plumas de su ave).
Concluya la operación secando a su ave con una toalla gruesa que haya sido ligeramente calentada (tal vez en una secadora de ropa o poniéndola sobre el radiador unos minutos). No restriegue las plumas; solo envuelva al ave en la toalla y frote suavemente. Cuando el ave este seca al tacto, colóquela en una jaula limpia (sin arena) en una habitación calentada adecuadamente (¡nunca fuera, al sol!). El ave debe quedarse ahí hasta el día siguiente a fin de asegurarse de que no cojera frió. Sin embargo, la habitación no debe estar demasiado caliente para evitar que se le ricen las plumas, lo que, por supuesto, no se pretende. El ave misma ayudara al proceso de secado encrespándose, agitándose y arreglándose las plumas. Un secador de pelo puede ser de utilidad si desea que el ave se seque rápidamente, pero debe de estar conectado a la potencia más baja y usarse con cuidado.
El limado de uñas y pico

Las uñas y los picos se mantienen generalmente en un estado natural y adecuado si las carolinas tienen acceso regularmente a perchas de madera de distintos grosores, ramas frescas de árbol, jibiones de sepia y elementos similares. En el aviario de exterior o de jardín, proporcióneles algunas piedras ásperas que las aves puedan usar como limas naturales.
Si a pesar de estas precauciones, observa que a un ave le están creciendo demasiado las uñas, debe proceder a cortarlas. Agarre y sujete al ave, pero no boca arriba, para evitar la tensión y el sobresalto. Levántela a contraluz, de modo que pueda ver los vasos sanguíneos perfilados sobre el asta de las uñas. No debe cortar esta área rosada (llamada membrana interdigital).
Mientras sujeta al ave en la palma de su mano, agárrele la pata con los dedos índice y corazón. Su ayudante debe usar unas tijeras de uñas muy bien afiladas y cortar justamente antes de la membrana interdigital. (Si las uñas son de color oscuro, corte solo las piezas muy pequeñas durante una "operación"). A veces un vaso capilar crece a lo largo con la uña y puede sangrar ligeramente cuando corte la uña. Tenga a mano un lápiz hemostático o algodón para hacer frente a este pequeño contratiempo.
El limado del pico debe dejarse en mano de un avicultor experto o de un veterinario especializado.

CONSIDERACIONES ESPECIALES SOBRE EL CUIDADO
Vuelo libre en interiores

A la mayoría de los propietarios de carolinas les gusta dejar volar libremente a sus aves en una habitación de la casa durante algunas horas del día. Sin embargo, hay ciertas precauciones que hay que tomar antes de dejar salir al ave de su jaula. Asegúrese de que todas las ventanas estén cerradas y cubiertas con cortinas, porque las aves no pueden ver el cristal de las ventanas (las cortinas tupidas pueden prevenir los accidentes serios, fatales incluso, que se producen cuando un ave choca contra el cristal de una ventana). Los aparatos eléctricos tales como electrodomésticos y especialmente ventiladores deben apagarse cuando la carolina este fuera de su jaula. Un ventilador de techo representa un peligro letal para un ave que vuela libre. Si tiene el fuego a tierra encendido, asegurase de que este bien protegido con una pantalla (tápelo incluso cuando este apagado si no quiere que su carolina se escape por la chimenea).
Las plantas de interior y flores cortadas también pueden causar problemas a las aves y, por supuesto, tenerlos ellas mismas. Las carolinas difícilmente se resisten a picotear las plantas de la casa, algunas de las cuales son venenosas; otras, como los cactus, pueden causar graves heridas. Es recomendable, por tanto, sacar todas las plantas de la habitación o taparlas con plástico.
Durante los meses de verano
Las personas que tengan carolinas (o cualquier ave o especie animal) deben recordar que es muy importante mantener tan limpios como sea posible los platos de la comida y los alojamientos para dormir.
Durante los meses más calidos del año, algunas comidas blandas (alimento concentrado, masón al huevo, comida para cría, pan empapado en leche o agua, alimento verde, etc.) se echan a perder muy rápido. Por tanto, en días calurosos es mejor no preparar más comida blanda de la que pueda ser consumida en una hora más o menos. Las sobras deben retirarse antes de preparar la comida siguiente. Las altas temperaturas permiten a muchos insectos dañinos reproducirse con rapidez y fomentar el crecimiento de bacterias.
Es también muy importante, sobre todo si las aves pasan la mayor parte del año en un recinto interior, sacarlas al exterior de vez en cuando, con jaula y todo, especialmente durante la primavera y el verano. No coloque la jaula bajo los rayos directos del sol, por supuesto. Incluso las aves que viven de puertas afuera pueden sufrir insolaciones. Mantenga a sus aves más o menos a la sobra, en una zona a salvo de gatos, perros y otros enemigos. Si tiene gatos, es muy probable que tenga que estar constantemente alerta. Las aves disfrutan especialmente retozando sobre la hierba; para ello, coloque la jaula, con la bandeja sacada, sobre el césped.
El atardecer y la noche
Las carolinas necesitan tener de 10 a 12 horas de descanso al día. Por tanto, no la exponga a demasiado ruido. Si tiene una televisión en la misma habitación que la jaula, lo mejor que puede hacer es proteger la jaula con un trapo a las horas apropiadas. Una jaula con una o más carolinas en ningún caso debe situarse cerca de un aparato de televisión. Aunque para las personas pueda ser imposible detectar los rápidos cambios de los patrones de puntos de la pantalla de la televisión en color, la mayoría de las aves pueden verlos, lo que es perjudicial para sus ojos. Cuanto más lejos esté situada la jaula de la televisión, menos daño se causara. Diferentes estudios han demostrado que es mejor cubrir la jaula con un trapo cuando la distancia entre la jaula y el aparato es inferior a 5 metros.
Muchos aficionados a las aves sostienen que una jaula debe cubrirse completamente con algún tipo de tela durante la tarde y la noche. Sin embargo, no a todas las carolinas les entusiasma esta medida. Yo creo que el mejor método es cubrir solo un lado y o la parte superior de la jaula de modo que ninguna luz directa o emisión de televisión destellen hacía el ave de la jaula. De esta manera, el ave puede decidir por sí misma si sentarse a la luz o no.
TABLA DE PELIGROS PARA UNA NINFA
 
Fuente de peligro
Efectos (remedio)
Cuarto de baño
Ventanas abiertas: el ave se escapa; productos de limpieza y productos químicos: envenenamiento; taza del inodoro abierta: el pájaro se ahoga. (Mantenga cerrada la puerta del cuarto de baño)
Tela metálica de jaula o pajarera con aberturas de tamaño equivocado
La carolina mete la cabeza a través de la tela metálica o entre los barrotes, se queda atrapada, se lesiona o se estrangula hasta morir. (Compruebe el calibre de los orificios de la tela metálica con su proveedor de animales domésticos).
Contenedores de agua (fregaderos, cubos, acuarios, jarrones)
Las carolinas se caen dentro y se ahogan. El ave puede tomar la superficie jabonosa por un lugar firme para posarse. (Mantenga los recipientes vacíos y/o tapados)
Luz solar directa
Insolación: profundos jadeos, alas extendidas, debilidad, colapso
Puertas
La carolina queda atrapada en ellas y es aplastada o se escapa. (Cierre la puerta antes de soltar al ave)
Corrientes (puertas y ventanas abiertas, airear la habitación, etc.).
Resfriados; secreciones nasales, legañas, estornudos, neumonía. (Evite las corrientes; llévese al ave cuando la habitación está siendo aireada)
Cajones, armarios, taza del inodoro
Las carolinas son curiosas y les gusta explorar los cajones abiertos y los armarios. Si un ave se queda encerrada dentro por accidente, puede morirse de hambre o asfixiarse. (Mantenga cerrados los cajones y armarios)
Butacas, sofás, etc.
Las carolinas pueden ser aplastadas si se sienta accidentalmente sobre ellas. (Adopte el hábito de mirar en las sillas antes de sentarse).
Cables eléctricos y enchufes
Descarga eléctrica por morder los cable; muerte. (Oculte los cables bajo molduras, alfombras, etc.)
Suelos duros
Las carolinas con alas cortadas carecen de plenos poderes de vuelo. Tales aves pueden romperse una pata o magullarse en un aterrizaje forzoso.
Pies humanos
 
Las carolinas sueltas pueden ganarse un pisotón. (Mire antes de dar un paso)
Cocina
Nunca tenga a su carolina en un área contaminada por gas y los humos de cocinar. Los humos que desprenden las cacerolas de teflón sobrecalentadas o quemadas son tóxicos para las aves. También son peligrosos los humos y el calor desprendido al cocinar; ollas abiertas que contengan líquidos calientes; hornos calientes; y productos de limpieza domésticos, todos ellos potencialmente venenosos. (Mantenga a las aves fuera de la cocina)
Articulo de punto o ganchillo, hilo, cuerdas, cadenas
Los dedos de las carolinas pueden enredarse; el ave atrapada puede llegar a estrangularse. (No tenga ni jerséis ni ovillos de lana tirados por casa)
Jarrones decorativos grandes
Las carolinas pueden resbalar dentro y no poder salir; asfixia, morir de hambre, fallo cardiaco. (llene estos recipientes con arena o papel)
Nicotina, pulverizadores, etc.
El aire cargado de humo; la nicotina es letal. Otros contaminantes del aire peligrosos para el ave son los vapores de pintura, el monóxido de carbono, los pulverizadores de insecticidas o los ambientadores, y las tiras insecticidas. (No fume ni use pulverizadores, etc. Cerca de sus aves)
Perchas de diámetro demasiado pequeño
Excesivo crecimiento de las uñas de los dedos. (Use perchas de madera dura del diámetro correcto.)
Pesticidas
Todos los pesticidas son letales para las aves. (Nunca rocié con ellos las plantas de la habitación donde tenga a su ave ni traiga plantas rociadas a esa habitación).
Venenos
Mortíferos: plomo, óxido, cacerolas revestidas con plásticos, mercurio, todos los productos de limpieza domésticos. Dañinos: minas de lápices, cargas para bolígrafos, rotuladores fluorescentes, alcohol, café, especias picantes. Otros venenos: acetona, anfetaminas, aspirinas, anticongelante, arsénico, lejía, tetracloruro de carbono, cosméticos, lápices de colores, DDT, desodorantes, desatascadotes, suavizantes, petardos, fluoracetatos, toxinas de la basura, tintes para el pelo, linóleo, lejía, cerillas (las llamadas cerillas de seguridad no son tóxicas), medicamentos, bola de naftalina, diversas setas u hogos silvestres, pintura con plomo, perfume, productos derivados del petróleo, aceite de pino, veneno para ratas y ratones, veneno para cucarachas, laca, pastillas para dormir, veneno para caracoles, estricnina, lociones para el bronceado, talio, herbicidas, productos protectores de la madera. (Retire todas las sustancias dañinas y letales).
Objetos afilados, clavos, astillas, extremos de cables o calambres
Cortes heridas producidas por pinchazos. (Llévese todos los objetos cortantes)
Cambios de temperatura
Las carolinas necesitan estar a una temperatura entre los 10 y los 24º C. Los cambios bruscos de temperatura pueden ser desastrosos para ellas. (La calefacción debe ser constante y fiable).
Ventanas, ventanales, paredes de cristal
Las carolinas vuelan hacía ellas: conmoción cerebral, fractura de cráneo, rotura de cuello, alas o pies. (Baje las persianas o cierre las cortinas).