martes, 31 de julio de 2012

Alojamiento


La Carolina necesita una jaula espaciosa y grande, al menos de 60 x 50 x 40 cm, en la cual pueda extender sus alas sin tocar los barrotes. De no ser así, es posible que el pájaro no pueda hacer suficiente ejercicio y que pueda ponerse obeso o que sufra algún otro trastorno de salud. Muchas, por no decir la mayoría, de las jaulas normales ofrecidas para periquitos son demasiado pequeñas (incluso para los periquitos); son más adecuadas las jaulas mayores para loros. Los barrotes deberían ser horizontales, al menos en dos lados, para que el pájaro pueda trepar por ellos, y el espacio entre los barrotes ha de ser lo suficientemente pequeño como para evitar que los pájaros jóvenes puedan meter la cabeza entre ellos. A algunos propietarios de loros y a los veterinarios no les gustan las jaulas circulares porque dicen que desorientan a los pájaros y que les causan trastornos (aunque no lo parezca, las redondas son mas pequeñas a proporción de las cuadradas). Unos accesorios adecuados pueden evitar estos efectos pero reducirían aún más el espacio disponible, que ya es bastante más reducido en las jaulas circulares que en las rectangulares.
La unidad superior de la jaula, con los barrotes, suele estar hecha de metal, mientras que la unidad interior suele ser de plástico. La unidad inferior se fija a la unidad superior mediante pinzas, o bien consiste en una bandeja deslizante, que permite una fácil limpieza. El bronce y el latón son aleaciones de cobre y pueden desarrollar un depósito verde (cardenillo o verdín) en su superficie, que es tóxico. Aparte de esto, algunas personas piensan que el color dorado del bronce le resta atractivo al pájaro.
Las jaulas de madera y de bambú, comunes en los países asiáticos, han de evitarse porque es muy difícil mantener limpio el material orgánico, que ofrece numerosos escondrijos para los parásitos y que no resiste la acción destructiva del pico de una Carolina. Es también necesario advertir acerca de los peligros de una jaula hecha de material recién galvanizado; es posible que se hayan formado gotitas solidificadas de cinc, un metal tóxico, que puedan ser desprendidas y tragadas por los pájaros. Los pájaros nerviosos tienen cierta tendencia a hacer este tipo de cosas para aliviar su excitación.
Una rejilla fina o una pantalla puesta alrededor de los costados de la jaula evita la dispersión de semillas y cáscaras por el entorno. El material de la pantalla no debería ser de vidrio, y tendría que ser capaz de resistir los ataques del pico de los pájaros.

ARENA Y CASCAJO
En condiciones naturales, las Carolinas se alimentan casi exclusivamente sobre el suelo, donde encuentran las semillas que constituyen la mayor parte de su dieta. Por lo tanto, las Carolinas deberían tener acceso al fondo o suelo de su jaula. Las rejillas metálicas, recomendadas por razones higiénicas, impiden esto y por lo tanto no resultan aceptables. El riesgo de contraer una enfermedad infecciosa por los excrementos en el suelo de la jaula es mínimo si se siguen los procedimientos recomendados de limpieza. Asimismo, la mayor parte de las marcas comerciales de cascajo o arena para el suelo de las jaulas contienen trozos de conchas de moluscos y de cáscaras de huevo trituradas, necesarias para el metabolismo de los pájaros, así como arena y piedrecillas (cascajo) para ayudar la acción trituradora del buche o de la molleja.
El papel de cascajo, es decir, papel con arena o semillas adheridas a él (disponibles en tiendas especializadas en aves), puede ayudar a mantener cortas la uñas de los pájaros pero no satisfacer el deseo natural de las Carolinas de picar y escarbar el suelo. Tampoco suaviza el impacto del pájaro contra el suelo al tomar tierra, que puede ser de cierto ímpetu debido a que el pájaro no puede hacer un uso completo de las alas dentro de la jaula. Por lo tanto, el autor recomienda, para las Carolinas, la arena para pájaros y no el papel de cascajo.

PERCHAS
Las perchas normales de las jaulas que se venden en el comercio están hechas de varillas de madera o de plástico y tienen un diámetro normalizado. Conviene reemplazar estas perchas de diámetro normalizado por ramas naturales. Para las carolinas, el diámetro de las perchas debería variar entre 0,5 y 2 cm, obligando al pájaro a ajustar continuamente los músculos de sus patas. Las ramas pueden provenir de una serie de árboles como arce, frutales, olmo, sauce, haya y alerce... Nunca uses ramas procedentes de árboles o arbustos tóxicos. Las ramas tienen que estar limpias, sin excrementos de otros pájaros, y en todo caso hay que lavarlas antes de ponerlas en la jaula. Naturalmente, jamás hay que proporcionar a las Carolinas ramas tratadas con Insecticidas o pesticidas.
Aparte de forzar al pájaro a usar los músculos de las patas, las ramas naturales también lo mantienen entretenido y sirven como un importante complemento de su dieta, porque las Carolinas pican y comen la corteza o cáscara, que contiene nutrientes. Cuando la rama esté limpia y desprovista de corteza, hay que reemplazarla por otra nueva.
Hay que disponer las perchas de modo que permitan la máxima libertad de movimientos dentro del restringido espacio de una jaula. Si dos perchas están separadas al menos 40 cm y no hay obstáculo entre ellas, el pájaro se verá obligado a usar sus alas para pasar de una a otra. También tiene que haber unos 10 cm de espacio libre entre la percha y los extremos de la jaula, para evitar que las plumas de la cola rocen contra los barrotes, cuando el pájaro gire. No hay que situar las perchas sobre los comederos o los bebederos, porque puede caer excremento en la comida o en el agua, contaminándolos.

ACCESORIOS NECESARIOS
Entre los accesorios necesarios para la jaula podemos mencionar los bebederos, los comederos, las bañeras y los escudos de sepia. Los juguetes pueden ser útiles si entretienen a los pájaros y los estimulan para que hagan ejercicio; pero algunos juguetes son menos útiles o incluso superfluos, y sólo contribuyen a reducir el espacio interior de la jaula.
El bebedero más común es del tipo de botella de plástico con boquilla metálica. Este tipo de bebedero se fija a un costado de la jaula y simplemente por gravedad suministra agua a la punta de la boquilla, que suele tener una válvula esférica para evitar el goteo. La boquilla tiene que estar hecha de un material duradero, preferiblemente de metal, ya que el pájaro podría ingerir trozos aguzados de plástico roto causándose lesiones internas y probablemente la muerte. Limpia el bebedero regularmente, ya que hay tendencia a que dentro de él crezcan algas. Otros tipos de bebederos son los recipientes abiertos hechos de plástico resistente o de cerámica. El agua para beber no debe situarse sobre el suelo porque puede contaminarse fácilmente con materias fecales.
El agua para beber tiene que cambiarse al menos dos veces al día, porque en caso contrarío ciertas bacterias (coli, estafilococos y otras) podrían desarrollarse muy aprisa, especialmente en condiciones de temperaturas algo elevadas. El agua contaminada de este modo puede acarrear infecciones graves del aparato digestivo y muchas veces fatales, si es que los pájaros no la rechazan.
Las bañeras pueden ser o bien cajas de baño transparentes o bien platillos poco profundos situados sobre el suelo. Un poco de arena esparcida sobre el suelo debajo de la bañera evita que ésta resbale. El agua para el baño ha de estar tibia y ha de cambiarse a diario. Después de que el pájaro se haya bañado, hay que sacar la bañera de platillo para evitar que se moje la jaula. Evita usar aditivos antiparasitarios para el agua de la bañera a menos que se haya diagnosticado una infección de ectoparásitos. Los pájaros suelen beber del agua en la que se van a bañar. Más que un baño, ciertos pájaros bien domesticados suelen preferir una ducha con agua tibia varias veces a la semana. No duches a tu pájaro poco antes de la hora de dormir, y moja sólo las plumas exteriores, evitando mojar el plumón interior que hay debajo de ellas. Si mojas el plumón, tu pájaro podría coger un enfriamiento.
Los comederos tienen que estar hechos de un material duradero (cerámica, plástico resistente) para evitar su destrucción y la consiguiente posible ingestión de fragmentos por el pájaro. Generalmente los comederos están fijos en el interior de la jaula, pero algunos criadores prefieren ofrecer la comida en unos platillos pesados puestos sobre el suelo de la jaula, porque las carolinas comen principalmente del suelo en estado natural. El inconveniente de este sistema es que la comida se ensucia frecuentemente con excrementos.
Los pájaros solos o en pequeños grupos pueden ser alimentados con la mezcla normal de semillas. Para grupos mayores este sistema puede implicar mucho desperdicio porque algunos ejemplares tienden a desarrollar unos gustos especiales, y se dedican a comer uno o unos pocos tipos de semillas, rechazando y tirando los demás. Muchos propietarios de gran número de pájaros encuentran que es más económico mantener separadas las diferentes semillas que componen la dieta de una Carolina, de modo que haya menos desperdicio. De vez en cuando, hay que soplar las cáscaras vacías de la parte superior de los comederos para asegurarse de que queda suficiente cantidad de semillas. La comida fresca o las verduras, frutas y otros vegetales han de ponerse en un recipiente separado o han de fijarse a los barrotes de la jaula. Naturalmente, la comida fresca ha de sacarse antes de que se estropee.
El escudo de sepia es una necesidad en cada jaula. Normalmente se fija a los barrotes. El pájaro lo usa para desgastarse el pico y como fuente de calcio y de fósforo.
Existe una gran variedad de juguetes para que se entretengan los pájaros (y sus propietarios), que puedes comprar en tu tienda de animales, entre ellos zonas completas de juegos, columpios, campanillas, espejos, escaleras, etc. A condición de que no limiten los movimientos del pájaro y de que estén hechos de materiales irrompibles, resultan útiles. Pero evita sobrecargar el interior de la jaula con exceso de juguetes.
Para que una pareja se reproduzca habrá que proporcionarle cajas de nidificación. Éstas han de tener unos 25 x 25 cm en la base y unos 30 cm de altura. En el fondo tiene que haber una leve depresión para los huevos, un agujero de entrada de 6 a 8 cm, una percha fuera del agujero de entrada y una tapa de inspección en la parte superior. Una superficie áspera o una rejilla de alambre en la parte externa de la caja de nidificación ayuda a trepar a las carolinas jóvenes.
La higiene de la caja de nidificación es de importancia crítica para la supervivencia de los polluelos y para su futuro desarrollo y estado general de salud. Las cajas de nidificación tienen que ser fáciles de limpiar y han de ser limpiadas y desinfectadas antes de cada nueva puesta. La temperatura de incubación y la humedad dentro de la caja de nidificación facilitan el desarrollo de hongos, que pueden causar infecciones respiratorias fatales. Las grietas y aberturas de gran tamaño pueden ser causa de corrientes de aire y del enfriamiento de los polluelos, y además ofrecen buenos escondrijos para los ectoparásitos. Asegúrate de que la tapa de inspección esté siempre adecuadamente cerrada, porque una corriente de aire proveniente desde la parte superior de la caja es una causa común de muerte de los polluelos. El material de nidificación tiene que ser virutas de madera, como las que se usan para los conejos y los hamnsters altamente absorbente. El empleo de turba implica el riesgo de desarrollo de hongos en cuanto haya algo de humedad, porque la turba sin tratar contiene hongos, y la turba húmeda es un excelente terreno de crecimiento para los mismos.
JUGUETES
Al igual que ocurre en el caso de los periquitos, las carolinas gozan con una diversidad de juguetes que cabe encontrar en nuestro establecimiento local de animales de compañía. Espejos, pequeñas campanas, escaleras basculantes, etc., figuran entre los objetos preferidos. Asegurémonos, sin embargo, de que en su construcción se ha utilizado madera o materiales que no son tóxicos y que además son irrompibles pues, si así no fuese, la intensa actividad desplegada por las carolinas así como su hábito de roerlo todo puede conducir a nuestro pájaro a un verdadero desastre.
Resistamos la tentación de llenar la jaula con toda clase de perchas exóticas y de juguetes ya que un exceso de tales elementos no servirá mas que para ocupar parte del espacio de vuelo ya limitado de por sí y que tan necesario resulta para el pájaro.
SITUACIÓN
El emplazamiento de la jaula es muy importante para el bienestar de los pájaros: el pájaro tiene que estar en contacto con la familia, y la jaula tiene que estar situada en un lugar bien iluminado, libre de corrientes de aire y que ofrezca la posibilidad de un refugio sombreado. Al parecer los pájaros son más sensibles a las corrientes de aire que los seres humanos. Puede controlarse la existencia de corrientes de aire encendiendo una cerilla o un cigarrillo y observando la dirección del humo: en las zonas desprovistas de corrientes de aire, el humo se elevará vertical mente; en los lugares en los que haya corrientes, el humo se moverá más horizontalmente. Por lo general el número de lugares adecuados para instalar una jaula suele ser bastante limitado. La cocina está expuesta a demasiadas fluctuaciones de temperatura y encierra demasiados peligros para que el pájaro pueda ejercitarse votando; los salones tienen demasiadas corrientes de aire; los dormitorios suelen ser demasiado tranquilos durante el día. Además, no hay que cambiar al pájaro de habitación en habitación. Por lo tanto, el lugar más lógico para una jaula suele ser la sala de estar de la familia (en muchas casas, el lugar en que está el televisor). La luz de la pantalla del televisor no hará daño ni perjudicará a tu Carolina, pero el pájaro tiene que estar a varios metros de distancia del aparato y fuera de la línea visual directa de la pantalla.
ILUMINACIÓN Y TEMPERATURA
Ya hemos dicho que la jaula ha de estar situada en una zona bien iluminada que también ofrezca la posibilidad de sombra. La luz normal en una casa de familia suele ser suficiente. Una pequeña lamparita nocturna para evitar el pánico no es obligatoria, pero parece ser conveniente, especialmente en lugares en los que pueden producirse ruidos repentinos en mitad de la noche. No está claro si resulta conveniente o no cubrir la jaula con un paño durante la noche, pero sí es evidente que cubrir la jaula evita que el pájaro esté expuesto a enfriamientos. En climas calurosos, cubrir la jaula puede ser peligroso porque el pájaro puede acalorarse demasiado. La luz ultravioleta artificial normalmente no es recomendable ya que puede causar quemaduras.
El calor excesivo es innecesario e incluso, muchas veces, perjudicial. Los pájaros no tienen glándulas sudoríparas y su único método de regulación de temperatura consiste en esponjar el plumaje y en jadear. Una temperatura dentro de la habitación entre 17 y 24 °C debería ser cómoda. Las temperaturas extremas han de evitarse.

EJERCICIO
La mayoría de las jaulas son demasiado pequeñas como para permitir que las Carolinas hagan suficiente ejercicio de vuelo. Por lo tanto, deberías permitir que tu pájaro volara regularmente cierto tiempo, en una habitación segura. Muchos expertos consideran un error mantener a los periquitos permanentemente enjaulados. Lo que es aplicable a los periquitos también puede aplicarse, ciertamente, a las Carolinas.
Antes de permitir que un pájaro nuevo haga ejercicio en una habitación, habrá que acostumbrarlo a su nuevo entorno y domesticarlo suficientemente. De no ser así, es posible que el animal se asuste demasiado y que asocie el ejercicio con una experiencia negativa. La habitación tendrá que estar muy controlada para asegurarse de que no hay vías de escape y de que no haya otros animales domésticos en ella. Las ventanas y las puertas han de estar cerradas o con rejillas, y hay que eliminar los puntos de peligro (recipientes con agua, chimeneas, estufas calientes, espacios estrechos tras los muebles, ventiladores en marcha, etc.). Otros puntos peligrosos son las zonas detrás de las puertas los radiadores, las pantallas, los cajones abiertos, las plantas con espinas. Evidentemente, la cocina, el baño, el lavadero y el taller son habitaciones absolutamente inadecuadas para que se ejerciten los pájaros. Comprueba que no hay acceso a materiales tóxicos (por ejemplo, productos de tabaco, drogas, alcohol, productos químicos, ungüentos, etc.) ni a plantas tóxicas (Sansevieria, filodendro, muguet), ciclamen, azalea, narciso, tejo, enebro, etc.). No confíes en el instinto del pájaro para reconocer en todas estas sustancias tóxicas un peligro para su vida.
Puede que sea necesario considerar la posibilidad de ciertos daños a los muebles, cortinas, pantallas, papeles murales, cables, etc. Los excrementos de las Carolinas sanas son secos y sólo se depositarán en las zonas debajo de las perchas, que podrán ser protegidas. Las Carolinas no pasarán todo el tiempo volando, sino que se posarán frecuentemente en unos pocos puntos.
Volver a meter al pájaro en su jaula puede ser un problema al principio. Si el pájaro ha aprendido que sólo tiene comida dentro de la jaula, generalmente volverá a ella sin necesidad de tener que capturarlo, si tienes la paciencia y el tiempo para esperar a que tenga hambre. La puerta de la jaula deberá estar siempre abierta cuando el pájaro está fuera, con una percha frente a ella. Hay que intentar evitar capturar al pájaro con las manos. Los pájaros acostumbrados a posarse en los dedos dejarán que los lleves a su jaula por este medio.

PAJARERA AL AIRE LIBRE
En climas fríos o moderados, las pajareras tienen que construirse orientadas hacia el sol. Tienen que ser secas, sin corrientes de aire y han de estar provistas de un refugio. Hay que evitar las cercanías de humos y gases de escape industriales, de carreteras o calles con mucho tráfico, de palomares y de criaderos avícolas. Un suelo de hormigón evita los parásitos y un ligero declive del suelo ayuda a mantenerlo seco y en condiciones higiénicas. Alternativamente, el suelo puede consistir en gravilla gruesa y fina recubierta de arena. La arena tiene que estar limpia, y conviene cambiarla cada seis meses. Los propietarios de pajareras que viven cerca de playas de arena y otros que pueda tener acceso a arena limpia y abundante no tendrán problemas para proporcionar a sus Carolinas toda la arena necesaria.
Los materiales de construcción para las pajareras al aire libre deberían ser hierro galvanizado y alambre. Preferiblemente, la rejilla de cierre debería consistir en dos capas superpuestas, para evitar que los gatos y otros depredadores puedan entrar y que los pájaros metan la cabeza. Ten presente que el alambre recién galvanizado puede ser causa de envenenamiento si un pájaro lo muerde muy intensamente. Si el material de construcción es madera, las termitas pueden ser un problema porque la madera les proporciona excelentes escondrijos para ocultarse y para reproducirse, en las grietas y ranuras. Este riesgo puede reducirse en gran medida mediante la aplicación de una pintura atóxica a intervalos periódicos.
La pajarera tiene que tener una buena cantidad de perchas naturales, con un mínimo de dos perchas instaladas a cada altura escogida para evitar las disputas por las perchas más apetecidas. Al menos partes de la pajarera deberán estar provistas de un techo. Sin un techo, los excrementos de pájaros silvestres podrían caer dentro de la pajarera, y estos excrementos pueden contener agentes patógenos. Si la pajarera está cubierta sólo parcialmente, asegúrate de que los comederos y bebederos quedan situados en la sección cubierta. En climas fríos, hay que cuidar que el agua para beber no se congele. El agua de una pajarera ha de cambiarse al menos dos veces por día.

PAJARERA DE INTERIOR
Las pajareras de interior son grandes jaulas que idealmente proporcionan la suficiente cantidad de espacio para volar como para hacer innecesarias las sesiones de vuelo en una habitación. Al igual que las jaulas, las pajareras de interior tienen que tener una buena iluminación, han de estar siempre limpias, libres de corrientes de aire y, si es necesario, han de estar dotadas de calefacción. También es necesario proveerlas de luz artificial y de una pequeña lamparilla nocturna.

1 comentario:

Muinhonovo dijo...

Hola, podría meter a mi ninfa en una jaula con separación entre barrotes de 2,5 cm???
Muchas gracias de antemano!!!