domingo, 29 de julio de 2012

Limpieza y Cuidados


a jaula y sus accesorios requieren una limpieza frecuente para mantenerse en condiciones higiénicas. Esto es especialmente importante en el caso de las pajareras con gran número de pájaros. Es posible reducir el riesgo de enfermedades mediante una higiene adecuada, pero nunca podrá eliminarse del todo. Los agentes infecciosos tienen muchos modos de llegar hasta los pájaros -por la alimentación (salmonelosis, pseudotuberculosis, hongos), el agua (colienteritis, salmonelosis), el aire (virus, pseudotuberculosis, hongos), animales (salmonelosis, pseudotuberculosis). Es evidente que la higiene no puede tener ninguna influencia directa en las enfermedades metabólicas, pero las condiciones de falta de higiene, y el estrés asociado con ellas, puede aumentar la vulnerabilidad de los pájaros a estas enfermedades.
Algunos de los prerrequisitos para unas condiciones higiénicas son la limpieza, el orden, el aire puro, los materiales a prueba de agua o al menos repelentes al agua, y las superficies lisas. Sería mucho más difícil mantener limpia una jaula de bambú ricamente decorada (como las que suelen usarse en los países asiáticos) que una moderna jaula de plástico con barrotes de alambre. El orden no sólo permite evitar la acumulación de suciedad y de polvo, sino que también, más importante, permite una desinfección efectiva; los desinfectantes no pueden trabajar si los agentes patógenos están cubiertos, y por lo tanto protegidos, por polvo, suciedad, excrementos y otras materias orgánicas.
PASOS HACIA UNAS CONDICIONES HIGIÉNICAS
1. Ordena y saca toda la suciedad visible, usando una aspiradora, una palita, un raspador, un cepillo de alambre, etc.
2. Empapa el contenido de la jaula en agua con detergente o con algún otro agente limpiador suave durante 24 horas.
3. Limpia la jaula con un cepillo duro, con un raspador, con un cepillo de alambre y agua; de ser posible, emplea un equipo de limpieza al vapor, especialmente en las pajareras al aire libre (recuerda que el vapor limpia bien pero no esteriliza porque suele enfriarse demasiado aprisa).
4. Seca bien todos los materiales. De no ser así, el agua que quedaría de los pasos anteriores diluiría la concentración de los desinfectantes que hay que emplear en el paso siguiente.
5. Desinfecta la jaula y su contenido con uno de los muchos desinfectantes que se venden en las tiendas de animales, droguerías, etc.
La mayoría de los desinfectantes comerciales son efectivos contra los virus, bacterias, y hongos, pero generalmente su acción contra los parásitos es menos eficaz. Los ingredientes activos son generalmente aldehídos (p. ej., formalina), alcoholes, fenoles, detergentes, compuestos cuaternarios de amonio, o una combinación de éstos. Hay muchas marcas, y nombrar algunas de ellas podría perjudicar a otras de efectividad similar. Si tienes dudas al respecto, consulta a tu veterinario.
Si tus pájaros están infestados de ectoparásitos, como ácaros rojos, ácaros de las plumas, etc., tanto los animales como las jaulas o pajareras tendrán que ser tratados al mismo tiempo. Los insecticidas normales que se usan para estos fines han de ser manipulados con grandes precauciones, ya que también son tóxicos para el ser humano. El tratamiento de los ácaros nemido cópticos (que producen escamas en la cara o en las patas), afortunadamente raros en las Carolinas, es diferente porque estos parásitos viven permanentemente dentro de, y no sobre, la piel del pájaro.

MANTENER LA JAULA LIMPIA

Una buena higiene es el mejor camino para mantener a sus aves en un excelente estado de salud. Un ave en una jaula polvorienta y sucia no tarda en enfermar. La jaula, las perchas, los contenedores de agua y la comida, el baño, los asideros para el jibión de sepia y las verduras y otros accesorios deben mantenerse todos escrupulosamente limpios. Lo mejor es convertir esta limpieza en un hábito rutinario: por ejemplo, una vez a la semana el sábado por la tarde. Todo debe desinfectarse a fondo una vez al mes. Para realizar esta tarea, normalmente tendrá que sacar a las aves de la jaula (nunca si están criando). Es conveniente tener cerca una jaula extra, aunque no es absolutamente necesario. La jaula debe limpiarse con agua jabonosa caliente y luego enjuagarse con agua fría, para los organismos portadores de enfermedades no tengan la más mínima oportunidad de instalarse. El mismo procedimiento es aplicable a las distintas piezas de equipamiento que componen la jaula. Se deben remplazar los comederos de vidrio, plástico porcelana que estén rotos o tengan piezas desconchadas. Es en tales ubicaciones donde los organismos potencialmente peligrosos a menudo se acumulan y tarde o temprano emprenden su ataque.

LA CUBETA DE TIERRA
Como se ha dicho anteriormente, cualquier jaula bien construida debe tener el suelo cubierto por una bandeja de arena que pueda estirarse hacia fuera, de modo que el suelo pueda limpiarse frecuentemente molestando a las aves lo menos posible. Las jaulas disponibles en las tiendas de animales domésticos y que están hechas principalmente de barrotes de alambre suelen tener una base extraíble. Es mejor cubrir el fondo de la jaula o de la bandeja con un pedazo de papel recio (el papel marrón de envolver es ideal) cortado a la medida exacta. La tierra esterilizada especial para aves (arena o gravilla de conchas), que puede obtenerse en cualquier tienda de animales, debe distribuirse en una capa de 1 o 2 cm. de profundidad por encima del papel. El papel y la arena deben sacarse y remplazarse al menos una vez por semana. A fin de evitar que las aves escarben y echen la arena fuera de la jaula con las patas, es recomendable fijar una pieza de vidrio o plástico de unos 10 cm. de alto alrededor del suelo de la jaula. Muchas jaulas decorativas ya disponen de esta ventaja añadida, pero a menudo las jaulas tipo torre no están tan equipadas. Como se ha dicho, no recomiendo este diseño, pero aquellos que usen jaulas de este tipo tendrán que improvisar algo que substituya estas protecciones de vidrio o plástico.

EL ACICALAMIENTO Y CUIDADOS BÁSICOS
El baño

A las carolinas salvajes les encanta revolcarse en la hierba húmeda. A primera hora de la mañana, cuando la hierba esta cubierta de rocío, esta pequeña escena puede deleitar a los observadores de aves. Sin embargo, dicha escena raramente seda entre las aves que viven en cautividad. Aun así, todas las carolinas disfrutan de un baño de agua, que debe ofrecérsele en un plato llano de cerámica o de metal. Serán muy pocos los días en que su carolina no haga un agradecido uso del baño.
En caso de que exhiba a sus aves, necesitara darles un baño una semana más o menos antes de la exhibición. Antes de sacar al ave de su jaula, llene dos cuencos poco profundos con agua caliente (unos 25º C) disolviendo un poco de jabón suave en uno de los cuencos. A continuación, coja al ave en su mano de modo que su pulgar y su dedo índice puedan sostener su cabecita y manténgala en la dirección correcta. Cuidadosamente, introdúzcala en el agua jabonosa, asegurándose de no mojar su cabeza y de no meterle jabón en los ojos, la nariz o el pico. Tras remojar a su ave varias veces de esta manera, humedezca una vieja brocha de pelo suave (o algo similar, porque las brochas de afeitar son a veces difíciles de encontrar) en agua jabonosa y cepille el plumaje en la dirección de la cola. Asegúrese de no olvidar el área de alrededor de la cloaca. Lave la cabeza y el cuello con una esponja suave. Hágalo a fondo en las plumas del ala, extendiéndolas en el borde del cuerpo y acariciándolas con la brocha. Limpie la cola de la misma manera con suavidad a fin de evitar arrancarle las plumas accidentalmente. A continuación, enjuáguela algunas veces en el cuenco de agua limpia para eliminar todos los restos de jabón y cepille el plumaje dándole forma con una brocha enjuagada afondo. (Como bien puede usted imaginar, todo ese manoseo alborotara un poco las plumas de su ave).
Concluya la operación secando a su ave con una toalla gruesa que haya sido ligeramente calentada (tal vez en una secadora de ropa o poniéndola sobre el radiador unos minutos). No restriegue las plumas; solo envuelva al ave en la toalla y frote suavemente. Cuando el ave este seca al tacto, colóquela en una jaula limpia (sin arena) en una habitación calentada adecuadamente (¡nunca fuera, al sol!). El ave debe quedarse ahí hasta el día siguiente a fin de asegurarse de que no cojera frió. Sin embargo, la habitación no debe estar demasiado caliente para evitar que se le ricen las plumas, lo que, por supuesto, no se pretende. El ave misma ayudara al proceso de secado encrespándose, agitándose y arreglándose las plumas. Un secador de pelo puede ser de utilidad si desea que el ave se seque rápidamente, pero debe de estar conectado a la potencia más baja y usarse con cuidado.
El limado de uñas y pico

Las uñas y los picos se mantienen generalmente en un estado natural y adecuado si las carolinas tienen acceso regularmente a perchas de madera de distintos grosores, ramas frescas de árbol, jibiones de sepia y elementos similares. En el aviario de exterior o de jardín, proporcióneles algunas piedras ásperas que las aves puedan usar como limas naturales.
Si a pesar de estas precauciones, observa que a un ave le están creciendo demasiado las uñas, debe proceder a cortarlas. Agarre y sujete al ave, pero no boca arriba, para evitar la tensión y el sobresalto. Levántela a contraluz, de modo que pueda ver los vasos sanguíneos perfilados sobre el asta de las uñas. No debe cortar esta área rosada (llamada membrana interdigital).
Mientras sujeta al ave en la palma de su mano, agárrele la pata con los dedos índice y corazón. Su ayudante debe usar unas tijeras de uñas muy bien afiladas y cortar justamente antes de la membrana interdigital. (Si las uñas son de color oscuro, corte solo las piezas muy pequeñas durante una "operación"). A veces un vaso capilar crece a lo largo con la uña y puede sangrar ligeramente cuando corte la uña. Tenga a mano un lápiz hemostático o algodón para hacer frente a este pequeño contratiempo.
El limado del pico debe dejarse en mano de un avicultor experto o de un veterinario especializado.

CONSIDERACIONES ESPECIALES SOBRE EL CUIDADO
Vuelo libre en interiores

A la mayoría de los propietarios de carolinas les gusta dejar volar libremente a sus aves en una habitación de la casa durante algunas horas del día. Sin embargo, hay ciertas precauciones que hay que tomar antes de dejar salir al ave de su jaula. Asegúrese de que todas las ventanas estén cerradas y cubiertas con cortinas, porque las aves no pueden ver el cristal de las ventanas (las cortinas tupidas pueden prevenir los accidentes serios, fatales incluso, que se producen cuando un ave choca contra el cristal de una ventana). Los aparatos eléctricos tales como electrodomésticos y especialmente ventiladores deben apagarse cuando la carolina este fuera de su jaula. Un ventilador de techo representa un peligro letal para un ave que vuela libre. Si tiene el fuego a tierra encendido, asegurase de que este bien protegido con una pantalla (tápelo incluso cuando este apagado si no quiere que su carolina se escape por la chimenea).
Las plantas de interior y flores cortadas también pueden causar problemas a las aves y, por supuesto, tenerlos ellas mismas. Las carolinas difícilmente se resisten a picotear las plantas de la casa, algunas de las cuales son venenosas; otras, como los cactus, pueden causar graves heridas. Es recomendable, por tanto, sacar todas las plantas de la habitación o taparlas con plástico.
Durante los meses de verano
Las personas que tengan carolinas (o cualquier ave o especie animal) deben recordar que es muy importante mantener tan limpios como sea posible los platos de la comida y los alojamientos para dormir.
Durante los meses más calidos del año, algunas comidas blandas (alimento concentrado, masón al huevo, comida para cría, pan empapado en leche o agua, alimento verde, etc.) se echan a perder muy rápido. Por tanto, en días calurosos es mejor no preparar más comida blanda de la que pueda ser consumida en una hora más o menos. Las sobras deben retirarse antes de preparar la comida siguiente. Las altas temperaturas permiten a muchos insectos dañinos reproducirse con rapidez y fomentar el crecimiento de bacterias.
Es también muy importante, sobre todo si las aves pasan la mayor parte del año en un recinto interior, sacarlas al exterior de vez en cuando, con jaula y todo, especialmente durante la primavera y el verano. No coloque la jaula bajo los rayos directos del sol, por supuesto. Incluso las aves que viven de puertas afuera pueden sufrir insolaciones. Mantenga a sus aves más o menos a la sobra, en una zona a salvo de gatos, perros y otros enemigos. Si tiene gatos, es muy probable que tenga que estar constantemente alerta. Las aves disfrutan especialmente retozando sobre la hierba; para ello, coloque la jaula, con la bandeja sacada, sobre el césped.
El atardecer y la noche
Las carolinas necesitan tener de 10 a 12 horas de descanso al día. Por tanto, no la exponga a demasiado ruido. Si tiene una televisión en la misma habitación que la jaula, lo mejor que puede hacer es proteger la jaula con un trapo a las horas apropiadas. Una jaula con una o más carolinas en ningún caso debe situarse cerca de un aparato de televisión. Aunque para las personas pueda ser imposible detectar los rápidos cambios de los patrones de puntos de la pantalla de la televisión en color, la mayoría de las aves pueden verlos, lo que es perjudicial para sus ojos. Cuanto más lejos esté situada la jaula de la televisión, menos daño se causara. Diferentes estudios han demostrado que es mejor cubrir la jaula con un trapo cuando la distancia entre la jaula y el aparato es inferior a 5 metros.
Muchos aficionados a las aves sostienen que una jaula debe cubrirse completamente con algún tipo de tela durante la tarde y la noche. Sin embargo, no a todas las carolinas les entusiasma esta medida. Yo creo que el mejor método es cubrir solo un lado y o la parte superior de la jaula de modo que ninguna luz directa o emisión de televisión destellen hacía el ave de la jaula. De esta manera, el ave puede decidir por sí misma si sentarse a la luz o no.
TABLA DE PELIGROS PARA UNA NINFA
 
Fuente de peligro
Efectos (remedio)
Cuarto de baño
Ventanas abiertas: el ave se escapa; productos de limpieza y productos químicos: envenenamiento; taza del inodoro abierta: el pájaro se ahoga. (Mantenga cerrada la puerta del cuarto de baño)
Tela metálica de jaula o pajarera con aberturas de tamaño equivocado
La carolina mete la cabeza a través de la tela metálica o entre los barrotes, se queda atrapada, se lesiona o se estrangula hasta morir. (Compruebe el calibre de los orificios de la tela metálica con su proveedor de animales domésticos).
Contenedores de agua (fregaderos, cubos, acuarios, jarrones)
Las carolinas se caen dentro y se ahogan. El ave puede tomar la superficie jabonosa por un lugar firme para posarse. (Mantenga los recipientes vacíos y/o tapados)
Luz solar directa
Insolación: profundos jadeos, alas extendidas, debilidad, colapso
Puertas
La carolina queda atrapada en ellas y es aplastada o se escapa. (Cierre la puerta antes de soltar al ave)
Corrientes (puertas y ventanas abiertas, airear la habitación, etc.).
Resfriados; secreciones nasales, legañas, estornudos, neumonía. (Evite las corrientes; llévese al ave cuando la habitación está siendo aireada)
Cajones, armarios, taza del inodoro
Las carolinas son curiosas y les gusta explorar los cajones abiertos y los armarios. Si un ave se queda encerrada dentro por accidente, puede morirse de hambre o asfixiarse. (Mantenga cerrados los cajones y armarios)
Butacas, sofás, etc.
Las carolinas pueden ser aplastadas si se sienta accidentalmente sobre ellas. (Adopte el hábito de mirar en las sillas antes de sentarse).
Cables eléctricos y enchufes
Descarga eléctrica por morder los cable; muerte. (Oculte los cables bajo molduras, alfombras, etc.)
Suelos duros
Las carolinas con alas cortadas carecen de plenos poderes de vuelo. Tales aves pueden romperse una pata o magullarse en un aterrizaje forzoso.
Pies humanos
 
Las carolinas sueltas pueden ganarse un pisotón. (Mire antes de dar un paso)
Cocina
Nunca tenga a su carolina en un área contaminada por gas y los humos de cocinar. Los humos que desprenden las cacerolas de teflón sobrecalentadas o quemadas son tóxicos para las aves. También son peligrosos los humos y el calor desprendido al cocinar; ollas abiertas que contengan líquidos calientes; hornos calientes; y productos de limpieza domésticos, todos ellos potencialmente venenosos. (Mantenga a las aves fuera de la cocina)
Articulo de punto o ganchillo, hilo, cuerdas, cadenas
Los dedos de las carolinas pueden enredarse; el ave atrapada puede llegar a estrangularse. (No tenga ni jerséis ni ovillos de lana tirados por casa)
Jarrones decorativos grandes
Las carolinas pueden resbalar dentro y no poder salir; asfixia, morir de hambre, fallo cardiaco. (llene estos recipientes con arena o papel)
Nicotina, pulverizadores, etc.
El aire cargado de humo; la nicotina es letal. Otros contaminantes del aire peligrosos para el ave son los vapores de pintura, el monóxido de carbono, los pulverizadores de insecticidas o los ambientadores, y las tiras insecticidas. (No fume ni use pulverizadores, etc. Cerca de sus aves)
Perchas de diámetro demasiado pequeño
Excesivo crecimiento de las uñas de los dedos. (Use perchas de madera dura del diámetro correcto.)
Pesticidas
Todos los pesticidas son letales para las aves. (Nunca rocié con ellos las plantas de la habitación donde tenga a su ave ni traiga plantas rociadas a esa habitación).
Venenos
Mortíferos: plomo, óxido, cacerolas revestidas con plásticos, mercurio, todos los productos de limpieza domésticos. Dañinos: minas de lápices, cargas para bolígrafos, rotuladores fluorescentes, alcohol, café, especias picantes. Otros venenos: acetona, anfetaminas, aspirinas, anticongelante, arsénico, lejía, tetracloruro de carbono, cosméticos, lápices de colores, DDT, desodorantes, desatascadotes, suavizantes, petardos, fluoracetatos, toxinas de la basura, tintes para el pelo, linóleo, lejía, cerillas (las llamadas cerillas de seguridad no son tóxicas), medicamentos, bola de naftalina, diversas setas u hogos silvestres, pintura con plomo, perfume, productos derivados del petróleo, aceite de pino, veneno para ratas y ratones, veneno para cucarachas, laca, pastillas para dormir, veneno para caracoles, estricnina, lociones para el bronceado, talio, herbicidas, productos protectores de la madera. (Retire todas las sustancias dañinas y letales).
Objetos afilados, clavos, astillas, extremos de cables o calambres
Cortes heridas producidas por pinchazos. (Llévese todos los objetos cortantes)
Cambios de temperatura
Las carolinas necesitan estar a una temperatura entre los 10 y los 24º C. Los cambios bruscos de temperatura pueden ser desastrosos para ellas. (La calefacción debe ser constante y fiable).
Ventanas, ventanales, paredes de cristal
Las carolinas vuelan hacía ellas: conmoción cerebral, fractura de cráneo, rotura de cuello, alas o pies. (Baje las persianas o cierre las cortinas).

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